sábado, 17 de diciembre de 2011

CONCIERTO HOMENAJE ALI FARKA TOURÉ

Bamako, 9 Diciembre 2011


1956 fue el año en que Ali Farka Toure decidió aprender a tocar la guitarra. Tenía diecisiete años y había quedado impresionado tras asistir a un concierto del guitarrista guineano Keita Fodeba.
Unos años más tarde, en 1960, Mali obtiene la independencia y el nuevo gobierno, con el presidente Modibo Keita a la cabeza, promueve políticas de apoyo al arte y la cultura malienses.

En este contexto de nuevas libertades comienza la carrera musical de Ali Farka Touré con su primer grupo, La Troupe 117, donde estuvo al frente de 117 músicos, nada más y nada menos!
Un amigo de Ali que estudia en Bamako, le pasa música de James Brown, Otis Reding, Wilson Pickett, Jimmmy Smith y Albert King, pero de todos, el que más le impacta es John Lee Hooker. Ali siente el blues como un género muy cercano, siente en el blues la herencia de la música de África del Oeste, de la música de Mali.
Ya en la década de los setenta comienza a trabajar como técnico en Radio Mali, dónde tendrá la oportunidad de seguir escuchando a los grandes bluesmen del momento, así como de tocar con la orquesta de la propia radio.
En 1976 graba por fin su primer álbum, producido por él mismo junto con Radio Mali y distribuido por el sello francés Sonafric. Con este disco se consagra el nacimiento de una de las mayores figuras de la música del panorama africano e internacional, gozaba de un estilo genuino, que unía a la perfección la música tradicional maliense y el blues, que a su vez hunde sus raíces en ésta. No en vano se le ha llamado “el John Lee Hooker africano”.
A lo largo de su trayectoria Ali Farka Touré trabajó y colaboró con muchos músicos, con algunos de ellos en repetidas ocasiones, estableciendo así relaciones más estrechas. Pues bien, el pasado viernes estos compañeros y colegas se reunieron en Bamako para dar un homenaje al gran artista y compañero que fue Ali. Y lo hicieron como mejor saben, tocando a ritmo de “blues africano”, es decir, realizando una unión perfecta entre la música tradicional maliense y el blues, como hicieran en su día junto al maestro.
Ya mientras esperábamos para entrar al concierto algunos nos frotábamos las manos cuando veíamos pasar a nuestro lado a los músicos que actuarían aquella noche, y es que allí se dieron cita artistas de la talla de Afel Boucoum, Bassékou Konyaté, Ali Magassa, Oumar Touré o Souleye Kané, quienes grabaron varios álbumes junto a Ali, entre ellos “Savane”. Afel Bocoum, discípulo y compañero habitual de Ali, también colaboraría, junto con Taj Mahal, en la grabación de “The Source”.
Ante un auditorio abarrotado y un público dispuesto a darlo todo, en el escenario se mezclaron el sonido de la korá con el de la guitarra acústica, también la guitarra eléctrica, el bajo, el n’goni, y varios instrumentos de percusión africana…inolvidable. Queda grabado en la retina y en los tímpanos el solo blusero que se marco Vieux Farka Touré, el hijo de Ali Farka…y que decir de Toumani Diabaté y su korá amplificada, éste acompañó a Ali en el álbum ganador de un Grammy “In the heart of the Moon”, dónde también colaboraron “Cachaíto” López y Ry Cooder.
Todo el público en pie, bailando, en comunión perfecta con los músicos, Samba Touré, Mamadou, Kelly, Barou Diallo y Hama Sankaré, además de los que ya he mencionado. Presente siempre la imagen de Ali Farka Touré. Amigos del homenajeado como la antigua ministra de cultura, Aminata Traoré, entre un público entregado, también un bluesman que en su día cruzó el charco para aprender del maestro y que ahora vuelve para homenajearlo.
Después de dos horas de sonido potente, ritmo y sentimiento en estado puro, parece que debe de finalizar el espectáculo por cuestiones de horario…pues ya digo…todo el público en pie, aplaudiendo y al señor que toca la percusión se lo tienen que llevar del escenario, y yo, que estaba allí, en primera fila, vi que iba sonriendo y que tenía lágrimas en los ojos…como más de uno entre público al finalizar el concierto.


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